lunes, 28 de marzo de 2016

iPhone SE versus iPhone 6S: principales diferencias y características


489€ frente a 749€. 250€ de diferencia es la que Apple ha establecido entre dos terminales de los que podemos sacar un factor común bastante importante, el todavía flagship de la compañía de Cupertino –iPhone 6S- y la nueva propuesta que vuelve al formato de 4 pulgadas y que han tenido a bien llamar iPhone SE.
Muchos potenciales compradores se preguntan ahora, ¿está justificada esta diferencia de precio? ¿qué modelo me interesa más?

Pantalla

La principal diferencia y más obvia es el tamaño de la pantalla. Con el nuevo modelo volvemos a las 4 pulgadas que parecían haberse quedado atrás para dejar paso al nuevo modelo base de 4’7. Un movimiento un tanto extraño por parte de la compañía, que nos hace pensar si no se tratará de una mera forma de reducir costes para sacar un modelo más asequible al mercado.
Como siempre, el tamaño adecuado de la pantalla es algo muy subjetivo y si bien el manejo con una sola mano resulta más cómodo con esta diagonal, habrá usuarios que tras haberse acostumbrado a una pantalla mayor les resulte muy inconveniente trabajar en estas dimensiones.
Tamaño aparte, encontramos una resolución diferente, pero manteniendo el ratio de p/p (píxel por pulgada), con lo que no perderemos ni un detalle en la impresionante calidad impuesta por el modelo 6S. Tan solo encontramos una pérdida en el contraste típico que nos puede ofrecer (800:1 frente a 1400:1), que está por ver si supondrá una diferencia significativa.
Hasta aquí aguanta el tipo bastante bien el nuevo modelo, pero hay campos en los que deja atrás funcionalidades importantes. Hablamos, desde luego, de la tecnología bautizada por Apple como 3D Touch, que nos permite nuevas formas de interactuar con nuestro dispositivo a nivel interfaz mediante la diferente presión que apliquemos a la pantalla. Así como el lector de huellas se ha incorporado a la idiosincrasia particular del ecosistema iPhone entendemos que, si la compañía se plantea apostar en serio por la tecnología 3D Touch, esta debería estar presente todos sus dispositivos. Más aún, en los modelos más asequibles, que es de esperar que tengan una gran acogida. Decisión de diseño –por problemas de espacio- por ahorrar costes o por la razón que fuera, nos parece que no ha sido una decisión para nada afortunada por parte de la compañía.

Prestaciones

El punto fuerte para el nuevo modelo ha sido una apuesta total por parte de Apple para dotar al mismo de la última tecnología que incorporan sus hermanos mayores. Así, tenemos toda la potencia de su procesador A9 –con su coprocesador M9- los mismos 2GB de RAM que monta el iPhone 6S e incluso hereda la excelente cámara de iSight de 12 MPx que tan buenos resultados consigue. Toda una sorpresa, para bien y un factor muy importante de cara a la esperanza de vida de este modelo. Con estos mimbres, esperamos que alguien que adquiera este terminal tenga dispositivo para muchos años, a diferencia de lo ocurrido con la versión 5C, que salió al mercado con unas prestaciones casi desfasadas.
Tenemos muchas ganas también de comprobar el rendimiento de su batería, que sobre el papel ofrecerá una duración muy superior a la obtenida con el modelo 6S, acercándose e incluso superando al modelo estrella en este aspecto, el 6S Plus.

Diseño

Por último, hablamos del diseño. De manera llamativa, nos encontramos con una vuelta a lo antiguo. Dejando a un lado las líneas curvas que la compañía había adoptado desde el restyling con el modelo 6, volvemos a esa apariencia más filosa y poliédrica que tanto triunfó en su día con los modelos 5, 5S y 5C. Quizá de nuevo se trate de una medida para reducir costes, pero nos parece todo un acierto que sienta genial al terminal. Sobre todo, junto a las nuevas opciones de colores que incorporan el modelo rosa al elenco a elegir.
Nos gusta también su reducido peso, que adelgaza 30 gramos frente al modelo 6S para quedarse en unos excelentes 113 gramos, solo uno más de lo que pesaban los modelos 5 o 5S.

Conclusión

Así las cosas, vemos que la opción del nuevo modelo SE se perfila como la más apetecible. Dependerá fundamentalmente del tamaño de pantalla que este modelo pueda encajar o no en las expectativas del futuro comprador. Si no es un inconveniente estas 4 pulgadas, o incluso si se tiene predilección por las pantallas más pequeñas, este modelo simplemente no tiene competencia.
Dando la vuelta a la tortilla, comprar el modelo superior supone pagar 250€ a cambio de 0’7 pulgadas adicionales. Dependerá ya de cada uno decidir si esta inversión merece la pena.
SI duda, por debajo de 500€ y con todas las prestaciones de un iPhone 6S para aprovechar al máximo las capacidades de iOS 9.3 (y posteriores), esta nueva propuesta de Apple nos parece una opción magnífica.

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